Onmyoji 8 – El juego sinojaponés.

(Según relata Andrés Pérez), Yuki-Onna es un yōkai con apariencia de mujer en la que todo su ser se asemeja con la nieve, su piel es muy blanca al igual que sus ropajes y su cuerpo muy frío. Siendo esta el espíritu de la nieve, la leyenda cuenta que Yuki-Onna era una princesa que vivía en la luna, pero tal era su curiosidad que decidió descender a la Tierra aprovechando una ventisca aunque cuando quiso volver, ya no pudo, desde entonces solo aparece en las noches de nieve y luna llena. Se dice que la mujer se siente atraída por los niños que lloran por la noche o no han regresado a casa tras el atardecer, por lo

Imagen: Yuki Onna Tradicional.
que siempre va acompañada de alguno. Sin embargo, también la conectan con un monstruo de las nieves, se la describe como una mujer de pelo largo, piel pálida, casi transparente y puede pasar desapercibida, no tiene pies, por esta razón parece que va flotando sobre los paisajes nevados del país. A pesar de su belleza, su mirada resultaba terrorífica. La leyenda cuenta que suele aparecerse a los viajeros que quedan atrapados por las tormentas de nieve y, utilizando su aliento helado, los convierte en estatuas de hielo. A veces rompe las puertas de las viviendas con ráfagas heladas, congelando así a sus moradores inmediatamente. Incluso se cuenta que le gusta raptar a niños pequeños.
Por otro lado, Onmyoji relata mayormente su relación con Seimei, según la tradición, Seimei y Yuki-Onna se conocieron hace muchos años, cuando el primero era solo un joven prodigio. En este punto, Yuki-Onna sigue siendo un Yōkai muy poderoso que puede congelar cualquier cosa cercana con solo estar allí. Ella había sido testigo de muchas muertes de humanos que buscaban el legendario loto de nieve. Se rumoreaba que la flor tenía poderes mágicos para curar y restaurar la vida. Pero resulta que cualquiera que toque estas flores muere congelado al contacto.

Imagen: Yuki-Onna SP
El joven Seimei, sin embargo, fue diferente. Aparentemente, cuando llegó a la casa de Yuki-Onna, ella pensó que él era solo uno de esos tontos humanos que buscaban la dicha Flor de la Eternidad. Pero no, él le dijo que solo estaba allí por la vista. Porque hacía calor fuera de la cueva donde residía Yuki-Onna y aparentemente era el

Imagen : Seimei y Yuki Onna en la cueva.
único lugar donde se puede ver nieve en primavera.
Desde entonces, Seimei ha estado visitando a Yuki-Onna casi a diario. Contándole historias del mundo exterior. Con cada visita, se encariñaba más y más con él. Pero un día, Seimei de repente detuvo sus visitas diarias a ella. Un día, mientras ella lo esperaba, un chico de ojos rojos (posiblemente Hakuzosu) le explicó que Seimei se había enfermado y le entregó un cuadro de nieve rosa cayendo del cielo. Es muy probable que esta pintura sea un regalo del joven Seimei, ya que demostró ser un pintor talentoso. No obstante, Yuki-Onna estaba muy conmovida pero Seimei ya no podía volver con ella. Por primera vez, salió de su cueva de hielo en busca de Seimei, incluso sabiendo que podría derretirse y morir a causa de este viaje.

Imagen: Yuki Onna busca a Seimei.

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