Analizando el videoclip de Red Velvet: Peek-a-boo

Muchos videoclips de kpop contienen diferentes y profundas historias. Quizás habéis oído hablar alguna vez de los universos de los grupos, o de las teorías de los fans. Y es que, incluso, podemos encontrar grupos con mundos paralelos, creados a través de sus videoclips, todos conectados, y queriendo mostrar una historia que tenemos que ir descubriendo poco a poco y fijándonos bien en los detalles. Sin embargo, en un solo MV se puede desarrollar una intrigante y macabra historia, como la que analizaremos, «Peek-A-Boo» de Red Velvet.


Nos situamos en una, aparentemente, casa situada en la soleada California. Cada detalle nos da información, y la luna, no se queda atrás; la media luna que podemos ver indica que aún hay tiempo antes de los acontecimientos que darán comienzo a la historia, o videoclip.


Cuando se nos permite la entrada al hogar, vemos que las que parecen habitarlo, las miembros de Red Velvet, se encuentran repartidas por la estancia, dándonos la sensación de que no son humanas como nosotros, como si provinieran de otro universo. Su aspecto nos recuerda al de bonitas muñecas o marionetas, que de repente abren sus ojos, y cobran vida.


De esta manera, al comienzo del video, vemos una homogeneidad, todas portan vestimentas parecidas, y sus ojos se han abierto a la vez. De hecho, a lo largo del videoclip las veremos moverse como si fueran una sola entidad, sus cabezas se mueven al unísono, depositando plena confianza la una en la otra. En realidad, es el sonido de la puerta al abrirse, lo que provoca que abran sus ojos, como si la casa fuera parte de esa unidad. La casa, en este caso, es su refugio, su lugar de trabajo, su trampa mortal. Aunque esta unidad parece romperse cuando Irene sale del edificio al final del videoclip, poco tiempo después veremos que todo es parte del plan, y que las chicas van varios pasos por delante que incluso los espectadores son partícipes de sus actos, pues Irene ha salido para ir tras el pizzero. 


La violencia que se respira en la casa y entre sus habitantes se nos ilustra en la escena en la que Irene parece estar afeitando a Seulgi, cortándole la mejilla. Ninguna de las dos reacciona, como si esta violencia fuera cotidiana.


Otra escena importante es la de Wendy y Joy decoran una pizza con piedras preciosas. Esto podría indicar que su atracción se centra puramente en lo físico, en la apariencia externa de la persona, atraídas por los ¿objetos brillantes?. No hace falta prestar mucha atención para ver las camisetas de lo que parecen otros repartidores de pizza, conservadas en vitrinas como si fueran brillantes trofeos, expuestos y celosamente guardados como símbolo de orgullo por sus asesinatos.


Para asesinar a los pizzeros, llevan a cabo diferentes juegos letales, como cuando se nos muestra a Yeri sentada en una habitación repleta de armas o cuando vemos a Seulgi, Yeri y Wendy probando dichas armas. El repartidor continua volviendo a la casa, ajeno al peligro, al caer rendido por la belleza de las chicas, incluso jugando con ellas al Peek a boo (juego en el que alguien esconde su rostro tras un objeto o sus manos, para luego aparecer diciendo “¡Peek a boo!”, utilizando principalmente para entretener a los bebés). 


A su vez, junto con la idea de la luna, se percibe la implicación de algún culto, ya que vemos a las miembros dando vueltas alrededor de Joy, quien está rodeada por velas rojas. Esto mismo se lo hacen también al pizzero, siguiendo alguna especie de ritual.


Tras esta iniciación, el pizzero es “aceptado” en el grupo, pudiéndose verle sentado feliz junto a ellas, mas, no sabe que realmente está cayendo en la trampa. 


En la escena en la que juegan al escondite, podemos ver una luna llena por la ventana. Mientras el repartidor participa en estos juego inocentes en apariencia, no percibe las señales que le indican el peligro moral que corre. Pasa por alto las vitrinas con las camisetas, llegando incluso a pararse de pie delante de una, en un tono completamente irónico. Está completamente perdido en la belleza de las chicas, en esta nueva experiencia en las que le dejan participar, sin ser capaz de ver ni siquiera las amontonadas cajas de pizza que se encuentran en la casa. 


La siguiente escena relevante es la que están todos sentados a la mesa, con los ojos cerrados, pareciendo que van a realizar una competición de comer gelatina. Sin embargo, cuando el reloj indica las doce, las chicas le miran y se retiran de la mesa. Todo forma parte del plan, y mientras el pizzero se come la gelatina, ellas toman sus armas. 


Antes de que todas la miembros vuelvan, el pizzero se retira la venda, apareciendo Wendy delante de él. Parece asegurarse de que las demás no hayan regresado, como si las estuviera traicionando en favor del pizzero. Pero en la siguiente escena, es Seulgi quien lo rescata, luego Joy, y por último Yeri. Esto profundiza más la idea de que es un papel, en el que les dan esperanzas al repartidor de qué puede salir con vida. Le expresa al pizzero que él es diferente al resto, que por él traicionará a sus amigas. 


Todo indica que esto ha sucedido en más de una ocasión con diferentes juegos y cada chica ha optado al mismo papel de “salvadora”. Esto enfatiza la visión de que, da igual cuál de ellas sea, todas pueden servir de interés romántico para el repartidor, sin tener en cuenta la forma individual de cada miembro del grupo. 

Al final del video, se puede observar al repartidor intentando huir de la casa, con todas las chicas saliendo a la entrada de la misma con sus armas mientras Yeri apunta con una ballesta al repartidor. Sin embargo, Yeri falla el tiro y solo le rasga la mejilla. Pero anteriormente en el video, se nos mostró la puntería impecable de Yeri al no hacer daño alguno a Seulgi mientras practicaba, lo que nos da a pensar que falló a propósito y dejaron que el repartidor huyera.


El repartidor llega a una cabina de teléfono para pedir ayuda. Y, si nos fijamos, en esta hay unos carteles de “se busca” de repartidores desaparecidos. Intenta llamar, pero la línea falla mientras Irene comienza a salir de un taxi en su dirección. Después, lo único que se ve es la camiseta que todo este tiempo había usado el repartidor en una de las vitrinas de la casa.



Artículo realizado por: Marina Rico y Rosa Guzmán, Estudiantes de Estudios de Asia Oriental, Mención Corea, Universidad de Málaga.



Bibliografía imágenes:

https://mybiasisquiet.tumblr.com/post/170327131066/red-velvets-peek-a-boo-mv-music-video-analysis 



Bibliografía:

https://aminoapps.com/c/k-pop/page/blog/red-velvet-peek-a-boo-m-v-theory/xrI2_uwmmpLw6jqnnPZvVLBYaz6NLp 


https://seoulbeats.com/2017/11/red-velvet-perfects-the-creepy-and-cute-in-peek-a-boo/#:~:text=Lyrically%2C%20%E2%80%9CPeek%2DA%2D,of%20game%20playing%20and%20schemes


https://www.quora.com/What-is-the-song-Red-Velvets-Peek-a-boo-about


https://mybiasisquiet.tumblr.com/post/170327131066/red-velvets-peek-a-boo-mv-music-video-analysi

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