Gracias al Hallyu (u Ola coreana), muchos conocemos algunos aspectos de la cultura coreana como la gastronomía, la música, audiovisuales… Sin embargo, estos componen una pequeña parte de todo lo que implica la cultura coreana, viéndose desarrollada debido a multitud de acontecimientos históricos que han dado lugar a la nación/sociedad que hoy en día conocemos (el colonialismo, regímenes dictatoriales, el desarrollo económico). Uno de estos acontecimientos históricos, que incluso hoy en día se sigue presentando como una problemática dentro de la sociedad, se da inicio con la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), época turbulenta para gran cantidad de países (no solo para los occidentales, como se ha ido estudiando en muchos de los institutos durante años), Asia también sufre las consecuencias del grave conflicto. En esta época, Japón tenía una política imperialista mediante la que buscaba anexionar a su nación, otros territorios asiáticos, de forma que, poco a poco, fue integrando países como Corea (1910) o zonas del norte de China (1931). Sin embargo, en 1945, con los desastres causados por las bombas nucleares en Japón y la amenaza de actuación de otras fuerzas, sobre todo las estadounidenses, estos territorios bajo el gobierno japonés fueron liberados.
Antes de que la liberación se efectuara, en 1937 el ejército japonés llegó y tomó la ciudad china de Nanking, donde muchas mujeres, e incluso niñas menores de edad, fueron violadas y maltratadas por los soldados. Ante estos actos hacia la población civil, el gobierno japonés implementó una política para que no volviera a suceder, pero además serviría para disminuir los enfrentamientos con la población civil y prevenir el contagio de enfermedades venéreas (las cuales estaban acabando con parte del ejército japonés): la creación de burdeles. Pero, al no funcionar, tomaron la decisión de utilizar esclavas sexuales, mujeres de diferentes rangos de edad (incluídas niñas pequeñas) engañadas y obligadas a sufrir violaciones y otras vejaciones. Estas esclavas provenían de las diferentes colonias japonesas como Filipinas, Tailandia y Corea, siendo denominadas como “Mujeres de consuelo” o “Mujeres de confort” (위안부), sin embargo, hoy en día este apelativo no es utilizado, ya que no representa la realidad de la situación, resta importancia a lo sucedido, eliminando la brutalidad de lo que realmente ocurrió y estas mujeres sufrieron.
Corea en esa época era un país pobre, por lo que, para reclutar a estas mujeres, se les ofrecía la posibilidad de trabajar en “fábricas”, y estas acudían para ganar dinero para ayudar a mantener a sus familias, sin saber realmente la trampa que se escondía detrás de todo este entramado. Otras mujeres ni siquiera tuvieron la posibilidad de elegir si ir o no, ya que eran secuestradas y, si se oponían, morirían. Muchas de ellas incluso fueron obligadas por sus propias familias ya que, como se ha mencionado, podían ser una fuente de ingresos. Tras ser “reclutadas” estas eran enviadas a distintos puntos del imperio japonés, donde residían en las nombradas como “estaciones de consuelo”, edificios en muy mal estado donde eran violadas diariamente. La primera fue situada en Shanghai, llevando en un principio a prostitutas japonesas, sin embargo su número era pequeño, por lo que no era compatible con la cantidad de soldados japoneses. Ante esto, comenzaron a captar a mujeres coreanas, por lo que fueron unas 20 japonesas y 80 coreanas aproximadamente. Poco a poco se redujo el número de prostitutas japonesas, para no dañar la imagen del imperio, pero se continuó usando a las mujeres de las colonias. Estas mantenían un horario de trabajo que, según el gobierno, era de unas 10 horas al día, trabajando desde temprano en la mañana hasta la tarde para los soldados rasos, y luego para los oficiales. A pesar de esto, se piensa que realmente estos horarios no se cumplían, y que las mujeres trabajaban sin descanso durante todo el día, llegando a tener visitas de hasta 70 hombres diariamente.
Debido a los pocos documentos oficiales que se tienen sobre estos sucesos (en parte debido a la destrucción de algunos de ellos por el propio gobierno japonés tras la guerra), es difícil conocer el número de mujeres que sufrieron esta barbarie. Gracias a estudios, se puede saber aproximadamente el número de estas: entre 50.000 y 200.000, pero pueden cambiar dependiendo del medio de comunicación que leamos. Por ejemplo, algunos periódicos/revistas japonesas han llegado a disminuir este número a 20.000, en cambio en corea muchos han nombrado esta cantidad como 300.000 o más.
Con el fin de la guerra, las mujeres que habían sufrido todos estos abusos se sentían impuras y tenían miedo de ser rechazadas por la sociedad y sus familias, por lo que muchas de ellas no llegarían a hablar de lo sucedido hasta años más tarde. El conocimiento generalizado de esta crueldad fue resultado de las primeras activistas y denuncias que fueron surgiendo, sobre todo en los 90, siendo un ejemplo de ello Kim Hak-sun, una de las primeras mujeres en contar lo que sucedió. Gracias a esta activista, el número de mujeres que comenzaron a contar su historia aumentó. Sin embargo, el gobierno japonés continuaba negando la existencia de esas estaciones donde eran diariamente violadas, de forma que se le atribuyera a traficantes y no al estado directamente. Junto con esto, el gobierno instauró lo que se denomina como Fondo de Mujeres Asiáticas que tenía como objetivo dar a las mujeres afectadas una indemnización económica. Pero las afectadas no lo recibieron de buen agrado, ya que realmente no se produjo ninguna disculpa oficial por parte de los japoneses. A lo largo de los años muchas protestas se han realizado para obtener finalmente una disculpa oficial, estableciendo los sucesos como reales, denunciando las actuaciones pasadas.

Para conmemorar todos estos sucesos, a lo largo de estos años se han llegado a erigir estatuas representando a estas mujeres, una de ellas establecida frente a la embajada japonesa en Seúl. Junto a esto, la existencia de obras basadas en hechos reales como el cómic “Hierba” hace de este un asunto aún más conocido por la población, ya que este es un tema que necesita ser rememorado por aquellas que murieron a causa de estas barbaries y por aquellas que vendrán, para que algo así no vuelva a pasar nunca a ninguna mujer.
Artículo realizado por: Rosa Guzmán, Estudiante de Estudios de Asia Oriental, Mención Corea, Universidad de Málaga.
Imagen 2: https://archivoshistoria.com/las-mujeres-confort/
Imagen 3: https://elordenmundial.com/las-mujeres-de-consuelo-y-la-lucha-por-la-memoria-en-el-este-asiatico/
Imagen 4: https://m.blog.naver.com/correctasia/220129995722
Bibliografía:
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-50702406
https://es.wikipedia.org/wiki/Mujeres_de_consuelo
https://www.elmundo.es/internacional/2021/01/08/5ff82b9221efa0fd728b469b.html
https://www.uma.es/oficinapuentecorea/noticias/semana-de-la-mujer-kim-hak-sun/