El 3 de marzo en Japón se celebra el Hinamatsuri o “Festival de las muñecas”. En él se exponen varias muñecas Hina vestidas con kimonos tradicionales en un altar cubierto de una alfombra roja. No es un festivo nacional pero sí una tradición muy arraigada en la sociedad japonesa.
Las muñecas suelen representar a personajes de la corte imperial de la Era Heian y están ordenadas por su nivel jerárquico. Es común que los abuelos vayan regalando dichas muñecas a medida que crecen sus nietas, completando poco a poco el altar. A través de este ritual los padres piden salud, felicidad y suerte para que sus hijas se casen pronto.
El origen de esta celebración viene de la creencia de que las muñecas Hina podían contener malos espíritus. En el Período Heian existía una ceremonia conocida como “hina nagashi”, donde se colocaba a las muñecas en un barco para que se las llevase el río. Esta ceremonia se popularizó convirtiéndose en el festival que conocemos hoy.
El Hinamatsuri cuenta con una canción propia y un plato típico, el hinaarare. Estas son bolas de arroz de diversos colores y dulces que se dice protegen a las niñas de mala suerte y enfermedades. También es habitual beber Shirozake, un sake para purificar el cuerpo de color blanco y dulce.