Atravesando la parte norte del país, esta enorme construcción con fines defensivos ahora se ha convertido en un símbolo de China y fue nombrada Patrimonio de la Humanidad en 1987. ¡A continuación os presentaremos varios datos curiosos sobre la Gran Muralla China!
1. Orígenes
Cuesta llegar a entender cómo construyeron semejante muralla, pero si la estudiamos vemos que no se hizo toda de golpe. La realidad es que en total tardaron unos 2000 años en construirla y fue obra de varias dinastías que fueron poniendo su granito de arena (nunca mejor dicho).
Sus primeros cimientos datan del siglo V a.C., cuando el territorio chino estaba dividido en diversos estados que luchaban entre sí y construían murallas para defenderse. Con la unificación de China y la llegada de la dinastía Qin se comenzó la construcción de murallas en el norte para protegerse de los mongoles. Sin embargo, el proyecto de la Gran Muralla se atribuye en su mayoría a Yongle. emperador de la dinastía Ming, que trató de reparar y unificar partes de la misma en el siglo XV. Fue entonces cuando se dio un gran impulso a este proyecto y se construyeron cerca de 8000 km nuevos de muralla, otorgándole cierta coherencia a los tramos ya existentes.

Su construcción acabó oficialmente en el año 1644 con el derrocamiento de la dinastía Ming. A partir de este momento y tras la traición del general Wu Sangui, que abrió las puertas de la muralla a los invasores manchúes y propició la invasión de China, la muralla dejó de tener valor militar. De esta forma daría comienzo la última dinastía china, la dinastía Qing.
2. Función de la Gran Muralla
La Gran Muralla no es una línea continua: hay paredes laterales, paredes circulares, paredes paralelas y secciones sin muro (altas montañas o ríos forman una barrera en su lugar). Además, la idea de formar la muralla es frenar las tensiones de la zona norte donde habitaban los mongoles, por lo que no rodea todo el imperio. Está pensada para servir de obstáculo y retrasar al ejército enemigo.
Su función no es ser una defensa activa como las murallas que tenemos en Europa, sino que su diseño está hecho para retrasar una invasión el tiempo suficiente para que los líderes chinos movilicen un ejército lo bastante grande para defenderse. La mayor parte de la muralla se encuentra en la parte alta de las montañas, pero dependiendo de la zona en la que se encuentre tiene una forma u otra, ya que se adapta a la geografía. El ejército enemigo se vía obligado a ir rodeando los obstáculos, y avanzar por las zonas que la muralla deja libre, mientras que el ejército chino utiliza este preciado tiempo para formar sus ejércitos.
3. Construcción
Como su función no es resistir los ataques de los invasores ni resguardar a la población, sino retrasar, es necesario hacer que sea problemático destruirla. Si se hubiese hecho toda la muralla de piedra, se podría destruir con artillería y el ejército enemigo podría pasar fácilmente, además de que sería muy costoso. Es por ello que el interior de la muralla está formado por arena y escombros, y en el exterior se coloca la piedra. Se trata de una solución más barata y rápida en comparación con otros materiales como la piedra y el cemento. Si el ejército intentase destruir la muralla, esta podría sufrir daños, pero gracias a los materiales del interior que absorben parte del impacto, seguiría siendo una molestia e impidiendo el paso, por lo cual el ejército se sigue viendo obligado a rodear la muralla y perder tiempo.

Esta técnica se utiliza en zonas donde se dispone de los materiales, por lo que en las zonas costeras o desérticas se aplican otras técnicas.
4. Partes de la muralla
La Gran Muralla está formada por diferentes tramos, de los cuales el más visitado es el tramo de Badaling, que se encuentra a 80 kilómetros de Pekín y cuenta con los tramos mejor conservados. Hay que tener en cuenta que al ser uno de los tramos más visitados se reúnen muchas personas y dependiendo de la época puede estar muy masificado. Sin embargo existen otras zonas destacables que son menos conocidas.
En la zona interior se encuentra una sección de la muralla más simple, la Baiyangyu. Se trata de una estructura más pequeña y sin torres de vigilancia, ya que se encuentra en zonas muy elevadas y no se espera que el enemigo intente escalar la montaña. Además de obstaculizar, al estar en un lugar tan elevado se consigue una gran visibilidad y se puede ver venir al enemigo con mucha antelación. Esta zona está mal conservada.
Por último, la zona de la Gran Muralla Jiumenkou se encuentra atravesando el río Jiujiang. Se trata de una construcción para intentar frenar las tropas navales que intentan introducirse en el país. La muralla continúa por zonas geográficas elevadas que ofrecen mucha visibilidad y permiten anticipar un posible ataque enemigo.

5. Grandes Pasos
Pese a la gran robustez de la Gran Muralla, su zona más débil eran las puertas de acceso a la ciudad. Estas secciones eran bastante más complejas y por ello se desarrollaron edificaciones con función defensiva. Se componen de un edificio exterior bajo el que se abre la primera puerta de la que, en sus tiempos, se descolgaba el puente colgante, que permite acceder a un patio interior. Desde este, se accede a la ciudad por una nueva puerta, flanqueada por torres defensivas donde se situaban los soldados para defender posibles ataques. A diferencia de las otras partes de la muralla, está pensada para que sea protegida por el ejército, ya que se trata de la única vía de acceso.
El Paso de Shanhai o Shanhaiguan es uno de los tres grandes pasos de la Gran Muralla china y el lugar donde la construcción se funde con el mar, frontera natural contra invasores y enemigos. Posee una localización estratégica ya que era el nudo de conexión entre el noreste y el norte del país. Sobre esta se sitúa una torre de madera para facilitar la visión y advertir de los posibles enemigos.

El Jiayuguan es otro de los tres grandes pasos de la Gran Muralla y responde a unas necesidades diferentes. La muralla que viene desde las zonas elevadas llega a la parte baja de la montaña donde se encuentra el desierto, por lo que la función deben modificarse ciertos elementos. En primer lugar, los materiales disponibles no son los mismos, ya que nos encontramos en el desierto. En este caso la parte exterior de la muralla se forma con arenisca o ladrillos, mientras que en el interior se mantiene la idea de poner arena y escombros. En este caso sí encontramos una muralla unida, ya que al tratarse de una zona completamente despejada la estructura de dejar zonas de la muralla descubiertas no funciona ya que se podría ver desde lejos. La idea de esta zona es poder vigilar todo el desierto desde la torre y resguardar al ejército para que proteja la ciudad.

Juyongguan, es el tercero de los tres grandes pasos de la Gran Muralla. En este tramo se encuentra una parte en la cual la muralla ha estado siguiendo la cúspide de la montaña y llega a una gran fortificación que responde a la necesidad de proteger una vía de entrada. Se trata de una fortificación para la presencia del ejército que pueda proteger dicha entrada.

6. Curiosidades
La leyenda de Meng Jiang
Una de las leyenda más popular de la Gran Muralla que se cuentan en China es sobre la joven Meng Jiang. Se cuenta que un día de invierno fue a llevarle comida a su marido que se encontraba trabajando en la construcción de la Gran Muralla. Sin embargo, al llegar a la zona descubrió que su marido había muerto en un derrumbe de la muralla, y su cuerpo quedó sepultado. Al enterarse de su muerte fue tal su llanto que la sección en la que se encontraba su cuerpo se derrumbó, permitiéndole recuperar los huesos de su marido y poder enterrarlos en un lugar más adecuado.

¿Se puede ver la Gran Muralla desde el espacio?
Existe el mito popular sobre que la Gran Muralla China es la única estructura construida por humanos que se puede ver desde el espacio. Sin embargo, esto no es cierto y la realidad es que es bastante difícil apreciarla a simple vista, incluso desde una órbita terrestre baja. Hay que tener en cuenta que aunque es muy larga su grosor es menor de 7 metros, lo que hace que sea vea muy fina.
El astronauta canadiense Chris Hadfield, que pasó cinco meses a bordo de la Estación Espacial Internacional en 2012-2013, reiteró los hechos sobre la visibilidad de la Gran Muralla desde el espacio: «La Gran Muralla China no es visible desde la órbita a simple vista», dijo Hadfield a través de Twitter, «es demasiado estrecha y sigue los contornos y colores naturales [del paisaje]».
